martes, 8 de noviembre de 2011

El "caso Panahi" (por Fernando E. Juan Lima)

CRIMEN Y CASTIGO (*).
(por Fernando E. Juan Lima)

En diciembre de 2010 Panahi fue condenado a 6 años de cárcel y 20 de inhabilitación para hacer cine, viajar al extranjero o conceder entrevistas. En octubre de este año un tribunal de segunda instancia confirmó la sentencia. El mundo entero (y no sólo el del cine) ha reaccionado frente a esta persecución que excede a cualquier

 fenómeno relacionado con la censura previa. Es que aquí no sólo asistimos a la imposibilidad de estrenar en su país determinada película, o la necesidad de realizarle cortes para hacerlo
(como, por distintos caminos, sucede en China o Estados Unidos, respectivamente) sino que, sin más, un artista es condenado y castigado, económica y físicamente, privado de su libertad e inhabilitado, en razón de su obra. No es que esto no pueda ocurrir en ningún caso (pensemos por ejemplo en la condena a cualquier celebración del Holocausto, así como en la clásica figura de la apología del crimen), sino que aquí, además, la conducta pretendidamente criminal que se le achaca al director es inasible y desconocida, sus posibilidades de defensa limitadas y la entidad de la pena absolutamente desproporcionada. El kafkiano sistema de justicia ha dado a luz a uno de sus frutos más perversos. Pareciera que el delito cometido por Panahi ha sido apoyar el Movimiento Verde durante las disputadas elecciones de 2009, y ahora, el régimen triunfante ha decidido tomar revancha. This is not a film, inteligente respuesta del director a la prohibición (si no puede hacer películas, “eso”, entonces, no es una película) da la pauta de lo difícil que resulta encadenar al arte y al espíritu creativo. Panahi resiste; lo que uno teme es el efecto de “prevención general” de la medida: no cualquiera está dispuesto a soportar calvario semejante en defensa de la libertad de expresión. Más allá de lo estrictamente cinematográfico, el “caso Panahi” da cuenta de la imposibilidad de pensar cualquier actividad humana como ajena a la política. Ratifica, además, que estamos ante un artista imprescindible.
Fernando E. Juan Lima
(*) Publicado en el Diario del Festival de Internacional de Cine de Mar del Plata del lunes 7 de noviembre.




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